“Algunas veces las cosas que pueden o no ser verdad, son las cosas que más necesita creer un hombre. Que la gente básicamente es buena; que el honor el valor y la virtud significan todo. Que el poder y el dinero, el dinero y el poder, no significan nada; Que el bien siempre triunfa sobre el mal; y quiero que recuerdes esta parte. Que el amor... el verdadero amor nunca muere.”
Leones de segunda mano
Hijo hoy es el día del padre, y
te escribo esta carta para hablarte de mi padre, tal vez no hablo mucho de el,
pero es a quien debo de agradecer mucho de lo que soy y por lo tanto de lo que serás
tu mañana.
La persona de la cual te hablare
hijo mío, es la persona mas enojada que he conocido, me castigaba por todo,
incluso por lo que a los demás les permitían,
ese hombre que jamás me permitió no cumplir con mis responsabilidades,
llegar aunque sea tarde … pero llegar, gracias a ello me gradué en el exterior,
nunca deje un solo año de mi escuela y siempre entendí que tenia que cumplir
con lo que me proponía, ahora mi máxima meta es ser ejemplo para ti y no puedo
fallar como no he fallado antes.
Hijo el hombre del que te cuento
es aquel que nunca me recogió cuando me caía de niño, solo me decía “párate que
usted es un hombre”, “no llore”, aquel que se enojaba cuando me frustraba al
enfrentarme con los problemas de la vida, mientras que a mis amigos los consolaban
y les permitían de todo, ahora solo puedo contarte, por experiencia propia, que cada vez que la vida te tumbe nadie te ayudara
y lo único que te acompañara es el recuerdo de tener que levantarte a ti mismo,
sabias lecciones de mi viejo.
Ese hombre que te describo es
aquel que cuando mi madre abandono este mundo nos llevo esa misma noche a mi hermano
y a mi a dar vueltas por la ciudad en su pick up amarillo, nos mostraba lugares donde la gente cantaba y
celebraba, no sabíamos en ese momento que pasaba; luego un día, mientras él se encontraba de
viaje en CUBA en un congreso, resulta que mi abuelo (El Padre de mi Padre) murió
de cáncer, me toco ir a darle la noticia, recuerdo que llegue al hotel a dársela
y él se mostró dolido y triste, me pidió que esa noche saliéramos a ver la
Habana, que lo llevara a pasear, yo me encontraba consternado, aquel hombre
sumido en un dolor profundo me había pedido que nos fuéramos de paseo.
Esa noche hijo el me dio la lección
de por qué hicimos eso esas veces, me enseño que al mundo no le importan tus
problemas y que siempre seguirá dando vueltas no importando como te sientas, el
mundo no gira alrededor tuyo y hay que seguir, ese día aprendí a ver la muerte como algo natural a lo que no
hay que temer, porque todo seguirá igual después de tu muerte, por lo que si
vas a cambiar algo, cámbialo en tu vida, hoy… no después.
Así es Hijo mío, este es mi
padre, una persona con muchos defectos, pero ninguno nunca ha sido ser un mal
padre, un tipo duro de carácter, y exigente hasta lo último como quizás yo soy
contigo, pero alguien de quien nunca pude quejarme que se equivocó al guiarme,
una persona la cual en mi infancia fue en mi héroe y que a veces no entendí en
el momento que pasaba, después el tiempo se encargó de darle la razón, asi hijo
yo hoy espero ser tu héroe y que algún día me entiendas y que el tiempo me de
la razón.
Gracias padre.
Gracias Hijo.
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